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Cómo saber si un jamón es ibérico de bellota

Una de las cuestiones que más dudas suscitan entre los amantes del jamón de bellota es cómo saber si un jamón es ibérico de bellota.

Este jamón, procedente del cerdo ibérico y criado en libertad en las dehesas de la Península Ibérica, es considerado una auténtica delicia gastronómica.

Pero, ¿cómo podemos distinguir un jamón ibérico de bellota de otros tipos de jamón? Para poder responder a esta pregunta, es necesario valorar unos aspectos fundamentales:

Desde el año 2014, existe una norma de “calidad”, que ha de cumplir cualquier jamón, paleta o caña de lomo para que se pueda denominar “de bellota”.

Entre otras caracteristicas, en dicho Real Decreto 4/2014 se clarifica que el precinto o brida del jamón debe aparecer la denominación de “ibérico de bellota”, así como el porcentaje de raza ibérica (puede ser 100%, 75%, 50%, asignándose colores diferentes).

Pero no se señala la especificidad que deberían tener los productos de Denominación de Origen Protegida, puesto que tienen un rango de calidad y una protección superior.

Por tanto, nuestro consejo es que se busque un producto que esté amparado por una DOP.

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Y como características generales:

  • Forma: el jamón ibérico de bellota tiene una forma estilizada y alargada, suelen ser piezas grandes y que tienen una cantidad muy grasos, caracteristicas ambas que tienen su explicación por proceder de cerdos viejos y grandes, y que han comido un alimento muy rico en grasas como es la bellota de encina.
  • Curación: la curación de un jamón ibérico de bellota es siempre en PATABRAVA superior a los 36 meses, pero lo más usual es que se lleve a entre 50 y 75 meses. Además, la realizamos de forma natural y sin aditivos.
  • Sabor: el sabor del jamón ibérico de bellota es intenso y persistente, con un toque dulce y potente a la vez, gracias a la alimentación de los cerdos en libertad en la dehesa.

¿Qué diferencias hay entre jamón serrano y el ibérico de bellota?

Una de las preguntas más habituales cuando hablamos de jamón es qué diferencias existen entre el jamón serrano y el ibérico de bellota. Aunque ambos son tipos de jamón curado, existen algunas diferencias importantes:

Raza del cerdo: el jamón serrano procede de cerdos blancos de diversas razas, a diferencia del ibérico de bellota.

Alimentación: los cerdos que producen el jamón serrano son alimentados con pienso y cereales en granjas cerradas, mientras que nuestros cerdos ibéricos de bellota nacen y viven en libertad, y se alimentan de bellotas y hierbas de la dehesa.

Curación: la curación del jamón serrano suele ser de unos 12 meses, mientras que la de nuestro ibérico de bellota suele ser de entre 50 y 70 meses.

Todas estas diferencias hacen que el jamón ibérico de bellota tenga un sabor mucho más intenso y persistente que el jamón serrano, y que además tenga un mayor contenido de grasas saludables. Las grasas entreveran mucho a nivel intramuscular en el caso de los ibéricos de bellota.

Por eso es el preferido de muchos.

¿Qué sabor tiene el jamón de bellota?

El sabor del jamón de bellota es una de las características que lo hacen único y apreciado en todo el mundo.

Es un sabor intenso y persistente, con un toque dulce y potente a la vez. Esto se debe a la alimentación de los cerdos ibéricos de bellota, que se alimentan de bellotas y hierbas de la dehesa, lo que les da un sabor característico y distintivo.

Además, el jamón de bellota también tiene un aroma particular, que se debe a la curación natural y sin aditivos que se realiza durante un período de entre 50 y 70 meses.

A la hora de degustar un buen jamón de bellota, se recomienda cortarlo en lonchas muy finas y dejar que repose unos minutos en el plato para que se atempere antes de saborearlo.

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